La mayoría de los riesgos laborales del auxiliar de enfermería son fácilmente prevenibles si se cuenta con diseño adecuado del puesto de trabajo y se hace un esfuerzo en ofrecer la información y formación adecuada al personal.
La ley actual de Prevención de Riesgos Laborales recoge la obligación de integrar una serie de medidas preventivas dentro del entorno laboral que se ajusten a las necesidades concretas de este puesto de trabajo.
Si realizamos una evaluación de riesgos laborales en hospitales y otro tipo de centros en los que trabajan los auxiliares de enfermería podemos ver que la mayoría de los riesgos de este puesto de trabajo se relacionan con el diseño del entorno, amenazas para la salud y riesgos de carácter psicosocial como el estrés o el trato directo con usuarios o familiares.
A continuación detallamos con mayor profundidad cuáles son los riesgos laborales para el auxiliar de enfermería más comunes y cómo prevenirlos.
Riesgos relacionados con el entorno de trabajo
Uno de los principales riesgos que tienen los auxiliares de enfermería es la posibilidad de sufrir golpes, caídas o cortes. Cuando se trata con materiales sensibles como agujas y se mantiene un ritmo de trabajo elevado, es importante mantener el orden y la limpieza de las instalaciones.
Para ello, los profesionales tienen que evitar dejar los carros auxiliares y sillas de ruedas en lugares de paso para prevenir tropiezos. Del mismo modo, es muy importante el correcto almacenamiento de todo tipo de materiales como pañales; apilándolos siempre de forma estable.
Es importante mantener la limpieza para prevenir cualquier tipo de riesgo para la salud, recogiendo inmediatamente cualquier riesgo de comida o derrame de agua u otros líquidos; evitando el contacto directo con las manos en la medida de lo posible.
Prestar atención al calzado es igualmente importante, los auxiliares de enfermería han de llevar zapatos que sujeten bien el pie y cuenten con una suela antideslizante para evitar resbalones.
Del mismo modo, hay que tener mucho cuidado con los contactos eléctricos, especialmente durante las duchas. Hay que evitar manipular interruptores, enchufes o aparatos eléctricos mientras se asea a los pacientes.
También hay que evitar en la medida de los posible pisar o pasar con sillas de ruedas y camillas y carritos auxiliares por encima de cables de alimentación de equipos eléctricos.
Amenazas para la salud de los trabajadores
Como todos los profesionales que se dedican al sector de la salud, los auxiliares de enfermería están expuestos a contagios e infecciones. Para prevenirlos y evitarlos en la medida de lo posible es esencial utilizar guantes de un solo uso en todas las operaciones relacionadas con el higiene de los pacientes.
Del mismo modo, cuando se deseche cualquier tipo de residuo estos han de depositarse en recipientes seguros e identificables. En caso de que haya que tratar con residuos sanitarios que contengan sangre ha de intentarse utilizar pinzas o, en su defecto, guantes de látex o vinilo.
Durante las duchas es necesario utilizar calzado y ropa impermeable para el cuerpo, evitando que los usuarios con enfermedades infecciosas puedan contagiar a los trabajadores mediante salpicaduras que contengan riesgos biológicos.
Si se cuenta con cualquier herida es importante taparla con un apósito de plástico o tirita impermeable. Al finalizar la jornada es recomendable desinfectar la herida.
Por supuesto, los auxiliares de enfermería han de extremar su higiene personal; lavándose las manos antes de comer o beber. Evitando hacerlo fuera de las dependencias habilitadas para ello.
Por otro lado, estos profesionales son especialmente proclives a sufrir trastornos músculo-esqueléticos. Para evitar la sobrecarga física es importante emplear bien todos los equipos de trabajo disponibles como grúas y arneses para elevar a los pacientes, sillas de ruedas, camas regulables o transfers.
Además, han de aplicarse las técnicas correctas de movilización manual de pacientes; ofreciendo una formación complementaria a los profesionales si es necesario.
También es importante evitar posturas forzadas en todo tipo de tareas como a la hora de hacer las camas o manipulando cualquier tipo de carga.
Factores de riesgo psicosociales relacionados con el puesto
La planificación y distribución del trabajo unido al impacto emocional que supone trabajar atendiendo a personas enfermas o dependientes generan una situación de estrés para los auxiliares de enfermería.
Para ello es importante planificar las tareas y turnos de forma anticipada y fomentar la inclusión de los trabajadores dentro de actividades que fomenten habilidades de inteligencia emocional como el autocontrol o la asertividad.
Otro riesgo al que se exponen los auxiliares de enfermería son las posibles agresiones de pacientes y sus familiares, tanto físicas como verbales. Es importante que los trabajadores cuenten con unas pautas de comportamiento y una formación adecuada para prevenir el conflicto.
Por último, ha de intentar reducirse en la medida de lo posible el impacto del trabajo nocturno. Para ello es importante prestar atención a la distribución de los turnos y mantener una rotación constante. Así como ofrecer la formación necesaria a los trabajadores para que sepan cómo adaptarse a los horarios rotativos.