La evaluación de riesgos laborales es el punto de partida en cualquier sistema de prevención. Conocer todos los puntos que la componen así como cuáles son los elementos a analizar o cómo se ha de realizar el registro documental pertinente es fundamental si queremos garantizar una seguridad para todos los miembros de la empresa.
Esta tarea ha de realizarse tanto inicialmente como cuando se produzcan ciertos cambios sustanciales, como en actividades, localización o tareas. Su obligatoriedad legal se debe a que una correcta identificación de todos los riesgos existentes en cada uno de los puestos de la empresa permite sino evitar, prevenir y disminuir riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores.
En este artículo recogemos todo lo que necesitas saber sobre la evaluación de riesgos laborales prestando especial atención a definir qué es la evaluación de riesgos laborales, cómo se realiza, cuáles son los criterios de actuación y cómo ha de realizarse el registro documental.
¿Qué es la evaluación de riesgos laborales?
La evaluación de riesgos laborales es la base fundamental para elaborar e instaurar un sistema de prevención adecuado.
Es obligatoria para todas las empresas desde el momento de su constitución y deberá recoger todos y cada de los riesgos que pueden en existir para la seguridad y salud de los trabajadores de cada puesto concreto, así lo recoge el apartado 1 del artículo 16 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
La citada evaluación de riesgos laborales cumple así un doble objetivo:
- La identificación de todos los riesgos para la salud y seguridad de los trabajadores. Lo que permite sino eliminarlos, al menos, controlarlos y disminuirlos.
- El establecimiento de unas medidas preventivas y un marco de prioridades de actuación en función de posibles consecuencias.
¿Cómo se evalúa?
La evaluación de riesgos laborales debe llevarse a cabo por personal cualificado, como los responsables de prevención, que ha de coordinar su procedimiento de actuación con los representantes de los trabajadores.
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) ofrece una Guía técnica para la prevención de riesgos en Lugares de Trabajo, actualizada a marzo de 2015, que facilita a los empresarios y los encargados de prevención la aplicación de las siguientes normas:
- Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención. En lo referente a la obligatoriedad de llevar a cabo una evaluación de riesgos para la salud de sus trabajadores y el establecimiento de medidas preventivas.
- Real Decreto 486/1997, de 14 de abril. En el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en lugares de trabajo.
La evaluación, por tanto, ha de ser llevada cabo por personas que cuenten con la formación legal pertinente. Estas pueden ser un trabajador o trabajadores designados por la Dirección o parte del Servicio de prevención interno o exterior.
Criterios de actuación
Una evaluación de riesgos laborales cuenta con tres criterios de actuación o etapas que se describirán a continuación:
- Análisis del riesgo: El objetivo de esta etapa es la identificación del peligro o peligros para poder realizar una estimación del riesgo. En esta, se valora de forma conjunta la probabilidad y las consecuencias que este podría tener de materializarse. Este análisis permite poner de manifiesto la magnitud del riesgo.
- Valoración del riesgo: Una vez analizado, se comparará este con un baremo que recibe el nombre de “riesgo tolerable”. Se se llega a la conclusión de que un riesgo concreto no es tolerable se procederá a su control. Cuando los profesionales especializados en gestión de riesgos laborales se refieren conjuntamente a la evaluación y control denominan a la etapa como “gestión del riesgo”.
- Acciones preventivas: Si se concluye que un riesgo no es tolerable dentro de la etapa de valoración puede procederse a adoptar medidas de corrección o prevención que permitan su eliminación, control o reducción. Estas acciones pueden llevarse a cabo en el origen, la organización, a modo de protección colectiva o individual, a través de la formación, etc. Por otro lado, dentro de las acciones preventivas también puede optarse por el control periódico de las formas de trabajo y organización, así como del estado de salud de los trabajadores.
Registro documental
Uno de los puntos más importantes dentro de la evaluación de riesgos laborales es la documentación. Para que esta sea válida siempre ha de documentarse correctamente. Para ello, ha de registrarse el análisis que señala la necesidad de una acción preventiva incluyendo los siguientes datos:
- Identificación del puesto o puestos de trabajo afectados
- Cuál es el riesgo existente
- Quiénes son los trabajadores afectados
- Resultado de la evaluación
- Medidas precedentes
- Criterios y procedimiento a seguir durante la evaluación así como los métodos empleados.